Soy madre de dos niñas y un niño, y concibo y ejerzo la medicina con el mismo cariño con el que me gustaría que trataran a mis peques. Cuando uno acude al Pediatra con sus hijos, conozco perfectamente la angustia y el sufrimiento con el que se vive la situación por pequeño que sea el problema. Por eso ni escatimo, ni considero ninguna perdida de tiempo atender a cuantas dudas puedan surgir. Para mi es importantísimo que una madre o un padre salgan de mi consulta con la tranquilidad de que no solo su hijo o hija se va a poner bien, es esencial que se vayan con la seguridad de que saben que hacer en cada momento y que la situación aunque incomoda está bajo control.